jueves, 23 de abril de 2009

Chancletazo justiciero

Me estaba concentrando para hacer un gran relato, un trabajo exhaustivo de investigación desde dentro.

Para la saga "Como conseguí infiltrarme como una sevillana-adoptada más…" El primer año la investigación versó sobre la Semana Santa, el segundo, he querido dedicarlo a armarme hasta los dientes para disfrutar de lo lindo la feria de abril.

Armamento completado,

  • Familia adoptiva dispuesta a pasearte por todas las casetas (150puntos).
  • Traje de flamenca hecho a medida (100puntos).
  • Con todos los lunares que encontré entre los muestrarios de telas (30puntos).
  • Que los complementos sean de un color del cual su existencia me era desconocida hasta ahora: coral o quisquilla (50puntos).
  • Ver la cara de "como te tomo el pelo olé-mi-'arma" de la dependienta de una afamada tienda cuando te cobra por un "mantoncillo" (triángulo isósceles de tela con pelos colgando de sus lados iguales) a una suma disparatada (-150puntos).
  • Saber que todo eso hay que comprarlo con un mínimo prudencial amplio de antelación porque agotan, arrasan, devastan y asolan cualquier tipo de atisbo flamencoso (no se ni cuantos puntos tiene, el saber es poder)…

Cuando empezaba este post decía que "me estaba concentrando en el tema"... mientras desatendía otros fenómenos también primaverales del entorno. Porque armamento, lo que es armamento he necesitado, pero otro más específico.

Y es lo que tiene abril, la primavera, el calorcito… que uno se despierta con la mala-leche característica tras el estruendo del despertador y lo que su enajenada mente anhela es un colacaito con tostada recién hecha, ¿Y que es lo que encuentra?...UNA CUCARACHA DEL TAMAÑO DE UN MEJILLÓN en la bañera.

De alguna manera he de sentirme afortunada, por lo menos fue localizada con antelación al acto innato de la ducha. El desarrollo propio habría acontecido de la siguiente manera: gruñido tras el despertador, luz, legaña que no deja ver, pijama fuera, piececitos desnuditos en la ducha, agua en la cara, grito -resbalón-infarto por contacto con bicho o al revés, infarto primero y el resto me lo habría ahorrado. ¡Bien sabéis que habría vuelto con el niño del sexto sentido buscando el chancletazo justiciero!

Quedaba declarada la guerra. 8:00 am.

Tras averiguaciones varias entre compañeros de trabajo me quede estupefacta al saber que mi historia hicthcoriana no causaba ningún revuelo. -Anda! Si es que ya están aquí- , -Qué prontito!-, -¡En cuanto empieza el buen tiempo!... Peeeeeeeero a ver, que aquí el alquiler lo pago yo. Qué como síntomas primaverales sólo admito las alergias, las apestosas comuniones y las ganas de chiringuito playero.

Menos mal, que una tiene contactos, Abelino, el tendero incorruptible al paso del tiempo de una droguería de las de barrio profundo. Un estratega curtido en el ataque ofensivo. ¡Qué arte! dibujando, sobre un papel de estraza, el planito de mi piso con sus zonas de evacuación, puntos débiles, conflictivos, estratégicos…hasta gritar mentalmente ¡¡¡ESTA ES MI GUERRAAA!!!.

Conclusión: perímetro, ventanas y puertas delimitadas a base de potingue corrosivo de 12 meses de duración, sumideros sellados con rejilla de agujeritos, adesivo para los bajos de la puerta principal, cebos de veneno en puntos ciegos… ¿Qué os apostáis que la semana q viene me encuentro una con una peineta muy buen puesta y a su cucaracho acompañante con el filtro del sumidero a modo de sombrero cordobés que me iseeen "schiquillaaa, vamo'h a la feria, no?

lunes, 20 de abril de 2009

Casualidades y luciérnagas

Si todo es cuestión de azar o del destino o incluso si cada acontecimiento ocurre porque lo hemos estado buscando. ¿Qué hace que cruces una mirada o una sonrisa con alguien y no parezca una de las tantas muecas del día? ¿qué reacción biológica sucede en un organismo para crear sensaciones especiales? Aparte de una buena conversación, una conexión de sentidos de humor...me gustaría poder viajar en la navecita de "Erase una vez el cuerpo humano" y espiar al sexto sentido o la intuición y a su retorcida/encantadora manera de trabajar.

Un viejo amigo decía, no por viejo sino porque hace años luz que dejé de escuchar sus pensamientos, que como en Los amantes del Circulo Polar todos esperamos la casualidad de nuestra vida. Dejando a un lado novelescos delirios amorosos o pasiones tormentosas quizás no sea una casualidad única la de nuestra vida, sino una serie de casualidades y momentos continuados en el tiempo los que te hacen rodearte de esas personas ¿porque algunas brillan con tanta intensidad? La amistad esta viciada por lo cotidiano, no hay color entre pasar horas acompañado o minutos deslumbrado. ¿Esa luz depende de lo tenue que se encuentre tu atmósfera? No se trata de cazar luciérnagas, no hace falta retenerlas, solamente saber que están ahí y que dan color a tu cielo, incluso de lejos. Un libro, una canción en común...una broma que completar.

Rompo el silencio por los amigos-luciérnaga, y por los que vendrán.